Cómo funciona una Central Térmica: Descubre todo sobre esta fuente de energía
Funcionamiento de una central térmica convencional
Una central térmica es una instalación que genera energía eléctrica a partir del calor liberado durante la combustión de combustibles fósiles. Este tipo de centrales son ampliamente utilizadas en todo el mundo debido a su eficiencia y capacidad para producir grandes cantidades de energía. A continuación, se explicará detalladamente cómo funciona una central térmica convencional.
Combustión y generación de energía térmica
El proceso comienza con la quema de combustible en una caldera. Los combustibles más comúnmente utilizados en las centrales térmicas son el carbón, el petróleo y el gas natural. Durante la combustión, se libera una gran cantidad de energía térmica.
Transformación de energía térmica en energía mecánica
La energía térmica generada en la caldera se utiliza para calentar agua y convertirla en vapor a alta presión. Este vapor de alta presión se dirige hacia una turbina, que es un dispositivo con palas giratorias. Al pasar a través de la turbina, el vapor hace girar las palas, convirtiendo así la energía calorífica en energía mecánica.
Transformación de energía mecánica en energía eléctrica
La energía mecánica generada por la turbina se transforma en energía eléctrica en el alternador. El alternador es un generador eléctrico que utiliza el movimiento giratorio de la turbina para producir corriente eléctrica. Esta corriente eléctrica generada en el alternador es de baja tensión y debe ser aumentada para su transporte.
Transporte de la energía eléctrica
Para transportar la electricidad generada por la central térmica, se utiliza un transformador que aumenta la tensión de la corriente eléctrica. El aumento de la tensión es necesario para reducir las pérdidas de energía durante el transporte a largas distancias. Una vez aumentada la tensión, la electricidad se envía a la red de distribución eléctrica.
Reinicio del ciclo de producción de vapor
Después de pasar por la turbina, el vapor se envía a un condensador, donde se enfría y se convierte nuevamente en agua. Esta agua condensada se recoge y se devuelve a la caldera para reiniciar el ciclo de producción de vapor. De esta manera, se aprovecha al máximo el calor liberado durante la combustión del combustible.
Impactos medioambientales y medidas de mitigación
Las centrales térmicas convencionales tienen diversos impactos medioambientales debido a la emisión de residuos a la atmósfera y a la transferencia térmica al entorno. Sin embargo, se han implementado medidas para reducir estos impactos y hacer que las centrales térmicas sean más amigables con el medio ambiente.
Reducción de emisiones de residuos
Las chimeneas de las centrales térmicas están equipadas con filtros de partículas que ayudan a reducir la emisión de residuos sólidos a la atmósfera. Estos filtros capturan las partículas contaminantes y evitan su liberación al aire. Además, se han desarrollado sistemas de control de emisiones que ayudan a reducir la emisión de gases contaminantes como el dióxido de azufre y el óxido de nitrógeno.
Refrigeración para evitar el calentamiento de ríos y mares
Las centrales térmicas utilizan grandes cantidades de agua para su funcionamiento. Esta agua se utiliza para enfriar los equipos de la planta y evitar que se sobrecalienten. Para evitar el calentamiento excesivo de los ríos y mares, se han implementado sistemas de refrigeración que devuelven el agua utilizada a una temperatura más baja.
Centrales termoeléctricas y sus combustibles
Además de las centrales térmicas convencionales, existen las centrales termoeléctricas de ciclo combinado. Estas centrales utilizan gas natural, gasóleo o carbón como combustible y tienen un rendimiento más alto que las convencionales. A continuación, se detallan algunos aspectos importantes sobre estas centrales y sus combustibles.
Ubicación y refrigeración
Las centrales termoeléctricas se suelen ubicar cerca de mar o ríos para obtener agua para su sistema de refrigeración. El agua utilizada en la refrigeración no entra en contacto directo con el combustible, sino que se utiliza en un circuito cerrado.
Combustibles utilizados
Las centrales termoeléctricas pueden funcionar con distintos tipos de combustibles. El carbón es uno de los más utilizados, ya que es abundante y relativamente barato. El fuel-oil, un derivado del petróleo, se transporta mediante oleoductos y se almacena en tanques en la central. Por último, el gas natural se transporta mediante gasoducto y se conecta a la red de abastecimiento de gas.
Centrales nucleares como alternativa
Además de las centrales térmicas convencionales y las centrales termoeléctricas, existe también la opción de las centrales nucleares. Estas centrales utilizan la fisión nuclear del uranio para producir electricidad. Aunque su funcionamiento es diferente al de las centrales térmicas, las centrales nucleares también generan energía eléctrica de manera eficiente y sin emitir grandes cantidades de gases de efecto invernadero.
Este vapor hace girar una turbina, convirtiendo la energía calorífica en energía mecánica, la cual se transforma en energía eléctrica en el alternador. Aunque las centrales térmicas tienen impactos medioambientales, se han implementado medidas para reducirlos. Además, existen las centrales termoeléctricas de ciclo combinado y las centrales nucleares como alternativas para la generación de energía eléctrica.
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